miércoles, 22 de abril de 2015

¡Música, maestro!

Ayer tuvimos la oportunidad de asistir junto con otras aulas de nuestro centro a un concierto didáctico de la orquesta Filarmónica de Málaga muy especial en  el conservatorio Profesional de Música Gonzalo Martín Tenllado que cedió sus explendidas instalaciones, y gracias a la organización del Área de Educación del Ayto. de Málaga en colaboración con las entidades antes nombradas.





El concierto nos dejó para el recuerdo, bandas sonoras de películas conocidísimas, algún Aria de una ópera magnífica,una suite y piezas de detalles sin igual, que la Orquesta interpretó de manera magnífica.


El director es el gran Arturo Diez Boscovich, compositor de la B.S.O. de Málaga, que se ha dado a conocer en la 18ª edición del Festival de Cine de Málaga que se celebra este mes.



En la actividad, aparte de escuchar a la orquesta, tuvimos la oportunidad de conocer el grueso de los instrumentos que se utilizan en las orquestas filarmónicas, escucharlos interpretar piezas exclusivas de esos instrumentos, pudimos comprobar incluso la relación que tiene la música con la historia, que  los distintos acontecimientos que ocurren a la par que la obra se compone influye en su construcción tal y como puede pasar en escultura, arquitectura o la pintura.



Hoy queremos a partir de esta visita didáctica extendernos en la disposición de la orquesta, sus motivos y las personas que diseñaron esa colocación de los instrumentos en el escenario para centrarnos en el director como figura central en la orquesta.

El primer compositor que utilizo la orquesta con una sección de cuerdas central aumentada y acompañada de algunos instrumentos de otro tipo fue Monteverdi para la interpretación de la ópera "Orfeo" en 1607. A principios del siglo XVIII se populariza la conbinación de cuerdas tal y como las conocemos actualmente y se amplia con las maderas. Los metales se incluyen a finales del siglo XVIII, en el que los compositores románticos confeccionan orquestas amplísimas llegando a la extravagancia y lo inabarcable en algunas ocasiones.

La disposición de los metales y la percusión en el fondo de la orquesta se debe a la cantidad de sonido que pueden producir y que al tener gran potencia, se escuchan desde esa posición perfectamente y se disminuye la probabilidad de hacer inaudible, para el público, la interpretación de las cuerdas, que son el grueso de la orquesta.
También hay que comentar que todos los instrumentos están dispuestos de izquierda a derecha por tesitura, tal y como podemos comprobar en el dibujo adjunto. Pueden integrarla desde 20-30 músicos hasta más de 100.
De todas formas esta disposición y el número de intérpretes tiene un responsable final que es el director (y el presupuesto). Aparte de esta responsabilidad conduce los ensayos previos al concierto. Por la profesionalización de los músicos de las orquestas, ya no corrige errores de lectura de la partitura, sino que repasa con el conjunto o grupos intrumentales los fragmentos más problemáticos y propone soluciones.
El director, tiene una formación específica como tal, pero también debe dominar el piano y poseer conocimientos de las cuerdas.
El director es el metrónomo de la orquesta, marca con la batuta en la mano derecha el compás y la velocidad. Con la izquierda marca los matices de expresión, incluso la expresión de su cara puede servir de comunicación con los músicos.
Arturo Diez Boscobich nos dió, en el concierto, una lección magistral de dirección en el que hasta el espectador era participe de cada una de las expresiones de las obras, el ritmo y su complicidad con los músicos a la hora de la interpretación.
Desde aquí, dar la enhorabuena y felicitar a la Orquesta Filarmónica de Málaga por su gran labor y su buen hacer educativo con esta actividad.






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